Los festejos taurinos de la feria 2024 de Manzanares se saldaron con destacados triunfos. David Galván cortó cuatro orejas en una buena corrida de ‘La Palmosilla’ el sábado y salió a hombros junto a Miguel Ángel Perera. En la novillada del domingo, Daniel Moset se llevó tres apéndices por dos de Israel Aparicio.
El resultado cualitativo de los festejos taurinos de la feria 2024 de Manzanares fue extraordinario en cuanto a toreros y ganado, y cuantitativo en trofeos, pero no en presencia de público. Ambos fueron retransmitidos en directo por la televisión autonómica. Con algo más de un tercio de entrada, la corrida del sábado se saldó con los triunfos y puerta grande del siempre fiable Miguel Ángel Perera y de David Galván, que demostró por qué es una de las sensaciones de la temporada.
Catorce años después, en su vigésimo de alternativa, Miguel Ángel Perera volvió a esta plaza. Al primero de su lote lo despachó con buenas tandas por ambos pitones, mejores y más numerosas por el derecho. Mató de estocada entera tras un pinchazo y el público le premió con la primera oreja de la tarde. Con el cuarto tiró de oficio. También fue mejor por el lado derecho y, entendiendo los tiempos del de ‘La Palomosilla’, le aguantó bien los recortes de embestida. Culminó con manoletinas muy aplaudidas para, tras estocada entera, cortar las dos orejas.
David Galván, que sustituía a Borja Jiménez, no pudo tener mejor presentación en esta plaza. Al segundo de la tarde lo capoteó con ganas, chicuelinas incluidas. Con la muleta, se lo llevó a los medios con estéticos pases genuflexos que provocaron los primeros olés de peso. Conforme el toro perdió fuelle, sobre todo por el lado izquierdo, tiró de adornos y molinetes antes de matar de forma certera y certificar la puerta grande a la primera. Con el quinto, al que también desorejó, hizo la mejor faena de muleta de la tarde, muy completa por ambos pitones. Puso el broche con otra buena estocada.
También era nuevo en esta plaza el albaceteño Molina, a quien los aceros le privaron de llevarse trofeos. Tras intentarlo por tafalleras inició la faena del tercero en los medios de rodillas con pase cambiado por la espalda. El astado se colaba por la izquierda y el torero consiguió los mejores momentos por la derecha y en redondo. Manoletinas antes de lograr más de media estocada, caída y de fallar estrepitosamente con la cruceta y de escuchar un aviso del palco. José Fernando Molina quería convertir las palmas de su primero en orejas en el que cerró plaza, al que toreó bien con el capote. Se lo brindó a Perera y levantó los aplausos del público toreando de rodillas. Estuvo muy torero y conectó con los tendidos, pero estropeó su buena faena con siete pinchazos, un bajonazo y dos recados presidenciales.
Molina no pudo abrir la puerta grande como sus compañeros y como deseó en el encuentro que esa misma mañana tuvo con aficionados en las instalaciones que la peña taurina ‘Ignacio Sánchez Mejías’ tiene en la plaza de toros.
Novillada
El domingo, con menos de un cuarto del aforo, se celebró la primera semifinal del certamen de novilladas sin caballos ‘Promesas de nuestra tierra’, en el que repitieron en Manzanares Daniel Moset e Israel Aparicio, y debutó la talaverana Marta Martín de Bernardo.
El conquense de la Escuela Taurina de Guadalajara fue el triunfador. Moset vino a por todas y, a pesar de la accidentada porta gayola con la que recibió al tercero de López Gibaja, se esmeró en los quites, barendilleó y estuvo muy correcto con la muleta. A su primero lo pasaportó de estocada entera caída y obtuvo las dos orejas. Aunque al sexto lo mató mal y recibió un aviso, le cortó otro apéndice.
El otro triunfador, con las dos orejas que le cortó al segundo de la tarde, fue Israel Aparicio. El joven novillero de Arenas de San Juan cuajó buenas tandas por el pitón derecho. Con el quinto estropeó la faena con cuatro pinchazos y un aviso.
Abrió plaza la novillera Marta Martín de Bernardo, de Talavera de la Reina pero de ascendencia manzanareña, tal y como delata su apellido. Al primero lo toreó bien, con acertados cambios de mano. Pinchó con el acero y recibió un aviso. Con el cuarto, volvió a perder los trofeos en la suerte suprema tras otra faena en la que demostró muy buenas maneras.
