El baloncesto está siendo protagonista esta semana gracias al XVI campus organizado por el CB Manzanares en colaboración con la concejalía de Deportes. 62 niños y niñas nacidas entre 2003 y 2017 disfrutan de esta propuesta, en la que conjugan la técnica, la diversión y también la convivencia entre pequeños y mayores. La ‘baby basket’ es la gran novedad este año.
La última semana del mes de julio es siempre muy especial para el Club Baloncesto Manzanares. Y es que, desde hace ya 16 años, ponen en marcha el campus de verano. Uno de los de los principales objetivos, según explicaba su coordinador, Michel Porras, es la captación de jugadores y jugadoras, basando los entrenamientos en el aprendizaje técnico-táctico del deporte: “El CBM siempre ha apostado por trabajar con la cantera y nosotros lo tenemos claro, si queremos tener equipos competitivos tenemos que trabajar desde abajo y enganchares desde que son pequeños”.
Pero el campus de baloncesto no sólo tiene una finalidad puramente deportiva, para el club también es prioritario fomentar valores como el compañerismo a través de actividades de convivencia entre grandes y pequeños. “Generamos dinámicas y actividades como la de este año, basada en superhéroes y superheroínas. A través de la metodología aprendizaje-servicio se fomentan valores para crear entre ellos vínculos positivos”, señalaba Porras.
Esta es la filosofía que a lo largo de su historia viene llevando a cabo el Club Baloncesto Manzanares, donde todos sus integrantes componen una gran familia que va más allá de la competición: “somos un club bastante familiar (…) además hay continuidad, hay entrenadores que antes han pasado por el campus (…) tenemos muy en cuenta que haya mucha conexión, que nos cuidemos y nos sintamos muy a gusto”.
Este año se han alcanzado las 62 personas inscritas nacidas entre el 2003 y 2017, entre las que se encuentran los más pequeños de la ‘baby basket’, principal novedad de este año. Un grupo de niños y niñas en etapa de iniciación, con los que se trabaja de una manera más lúdica, adaptando los ejercicios y dinámicas a su edad.
Lo que queda demostrado es que el baloncesto en Manzanares tiene mucho futuro, prueba de ello son esas nuevas generaciones que comienzan a tener su primer contacto con este deporte y que vienen pisando fuerte y, sobre todo, contagiando a todos con su ilusión y entusiasmo.