Con un concurrido acto celebrado el sábado 24 de junio en la Casa de Cultura, el Centro de Mayores de Manzanares clausuró las actividades celebradas a lo largo del último curso. Han sido muchas y en todas ellas ha habido alta participación. Tras la pandemia y la reforma del centro, éste ha recuperado por completo su normalidad.
Muchas personas asociadas al Centro de Mayores y sus familias no quisieron perderse el festival en el que se hizo balance del curso que termina y hubo demostraciones de algunos de sus talleres, que con gran participación se han celebrado a lo largo del último año, en el que el centro inició su actividad en dependencias del antiguo Centro Social de la calle Empedrada hasta que, tras su reforma, volvió a abrir sus puertas el 24 de enero.
La alta participación fue la tónica de todas las actividades, toda una satisfacción tras el paréntesis obligado por la pandemia del Covid-19 y por las posteriores obras de reforma, en las que el Gobierno de Castilla-La Mancha invirtió 117.000 euros. Tras su inauguración a finales de enero por el presidente de la región, Emiliano García-Page, el Centro de Mayores de Manzanares volvió a ser un hervidero de actividad para alegría de sus usuarios. “Fue una alegría retomar la normalidad y venir a pasarlo bien, que es de lo que se trata”, reconoció Julián Maeso, presidente del Consejo de Mayores.
En el festival del pasado sábado, al que asistieron las concejalas Laura Carrillo y Gemma de la Fuente, se pudo ver una pequeña muestra de lo realizado en el curso, con talleres de todo tipo. Están los dedicados a cuidar el cuerpo, como los de zumba, baile en línea, gimnasia de mantenimiento o senderismo. Según Beatriz Estaban, directora del centro, cada vez se demandan más actividades físicas.
También ha habido talleres de nuevas tecnologías, otros dedicados a la mente, como los de memoria, salud y bienestar, ajedrez y teatro. En el último año, el Centro de Mayores acogió charlas sobre consumo y seguridad en internet, participó en el encuentro regional de centros, en el día de los abuelos o en la cruz de mayo, así como en la comida de homenaje de septiembre, en las chocolatadas de Navidad y Carnaval, etc. Lo más importante, y sobre todo tras la experiencia del confinamiento, son las relaciones sociales que se establecen, según Beatriz Esteban.
Otra actividad reseñable es la de acción local, a través de la Obra Social ‘laCaixa’ y con la colaboración de Afadi y del centro Activalia, con el desarrollo del taller ‘Vuela con alas propias’, de convivencia entre personas mayores y personas con capacidades diferentes, que en el acto del sábado repartieron a los participantes pulseras elaboradas en este taller.
Ahora toca recargar las pilas durante el verano y pensar en más actividades para volver el próximo curso con energía.