“Expresar emociones con naturalidad nos hará ser más felices”, según el psicólogo Julio de la Cruz

Redefinir la masculinidad para mejorar la sociedad

Un grupo de hombres participa en el Centro de la Mujer en un taller sobre otras formas igualitarias de masculinidad

Un grupo de hombres ha participado en el último trimestre del año en el Centro de la Mujer de Manzanares en el taller titulado ‘Redefiniendo la masculinidad’. En diferentes sesiones han tratado cómo la educación recibida les ha marcado su rol por ser hombres, con privilegios, pero también con renuncias, por ejemplo, a expresar las emociones con naturalidad.

A raíz del éxito de la campaña ‘Otras masculinidades’, protagonizada por hombres de la localidad, el Centro de la Mujer puso en marcha en el nuevo curso este taller que busca reflexionar sobre los roles de género, la gestión emocional y los cuidados.

Julio De la Cruz, psicólogo especializado en igualdad de género y miembro de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE), ha dirigido las sesiones de este grupo, en el que se han abordado temas como la identidad masculina y socialización, roles del macho tradicional, escucha y comunicación de calidad como primer acto de corresponsabilidad.

La implicación de hombres como los que participan en este taller es fundamental en los avances en igualdad y en derechos. “Por mucho que avance el feminismo, por mucho que avancen las mujeres y por mucho que reclamen sus derechos, si el hombre no cambia en su manera de pensar, en su educación desde niños, va a seguir existiendo esa forma de pensar del hombre, de que puede, en un momento dado, usar a la mujer como en los prostíbulos, de pagar una cantidad de dinero y hacer lo que quieran con una mujer”, expuso De la Cruz.

Las consecuencias de la desigualdad y de la masculinidad tóxica no son banales, con la violencia de género como representación más grave. De ahí la importancia de la educación igualitaria y de abordar aspectos clave como el de las emociones y la diferente forma de expresarlas.

Y es que, aunque la sociedad ha dotado a los hombres de privilegios por el hecho de ser hombres, el constructo social de la masculinidad les ha privado de, por ejemplo, poder expresar sus emociones. “El no poder expresar las emociones con toda naturalidad es una imposición que tenemos los hombres por educación, y si somos capaces de liberarnos, vamos a estar mejor, vamos a ser más más felices”, añadió el psicólogo.

En definitiva, el objetivo de este taller es que se viva la masculinidad de forma igualitaria para mejorar nuestra sociedad. “Es mejorar en la parte que no damos a la sociedad, descubrir nuestros privilegios, renunciar a ellos de manera voluntaria para involucrarnos mucho más en nuestros grupos familiares, en nuestro grupo de amigos y amigas, para construir unas relaciones un poco más sanas entre nosotros, más de fondo y menos de fachada”, explicó José Samper, responsable del Área Jurídica del Centro de la Mujer y participante en el taller.

Los participantes hacen una positiva valoración de lo tratado en las tres sesiones realizadas y demandan seguir desarrollando esta actividad con la implicación de más hombres. “Ves la masculinidad desde un punto de vista diferente al que estamos acostumbrados y lo comparas con lo que vemos habitualmente y te hace reflexionar y pensar en aspectos que tenemos interiorizados”, comentó uno de los asistentes.

La idea es que este taller pueda tener continuidad y que la semilla que se está sembrando pueda seguir germinando con un grupo que promueva la igualdad desde una masculinidad redefinida. Según Julio De la Cruz, ha sido un grupo “maravilloso” y con sensibilidad, ideal para ampliarse con hombres que no piensen igual o con dudas referentes a esa nueva masculinidad. “Y que eso ellos, a su vez, pudieran influir en sus grupos de WhatsApp, en sus grupos de amigos a la hora de no hacer chistes machistas y no hacer comentarios que promueven esa desigualdad de género, porque ser hombre hoy día es otra cosa distinta a la que hemos aprendido”, concluyó el psicólogo.