El año nuevo llega cargado de nuevas metas. Muchas personas se plantean objetivos de vida saludable como comenzar a hacer ejercicio o mejorar su alimentación. Los gimnasios locales Viking Box y Be Fit Centro Deportivo coinciden en el aumento significativo de inscripciones en los meses de enero y febrero, un fenómeno que revela la creciente conciencia sobre la importancia de la actividad física. Pero, los profesionales del deporte y de la nutrición nos advierten: cuidar nuestra salud ha de ser una constante, no un propósito de año nuevo.
Con el inicio del año, los objetivos de salud y bienestar copan los primeros puestos en todas las listas de propósitos. Mejorar la forma física, retomar o comenzar el ejercicio, adoptar una alimentación equilibrada… son algunas de las metas que la mayoría de la población se plantea tras los excesos de las fiestas. Este fenómeno se ve reflejado tanto en el aumento de inscripciones en los centros deportivos como en una mayor afluencia en las consultas de nutrición.
Según los responsables de los gimnasios locales, en los meses de enero y febrero se experimenta todo un ‘boom’ de nuevas incorporaciones. Chule Villar, de Viking Box, asegura que “pasados los Reyes, ha sido una locura”; por su parte, Alejandro Crespo, de Be Fit, destaca que “el mes más gordo es febrero, porque la gente se da cuenta de que tiene que empezar el día 12 y piensa: «para medio mes, me apunto en febrero»”.
Ambos concuerdan en que la población está cada vez más concienciada sobre la necesidad de hacer deporte. El interés por el ejercicio físico se ha extendido a todo tipo de perfiles: si bien tiempo atrás los gimnasios se asociaban a la población más joven o a personas que buscaban desarrollar masa muscular, ahora se observa una mayor diversidad de rangos de edad. “Ahora podemos ver a gente de 40, 50, 60 o 70 años que entrenan fuerza y cardio, porque saben lo importante que es para su salud”.
Sin embargo, no todos los que se inscriben en enero mantienen su rutina a lo largo del año. Muchos abandonan sus propósitos después de unos meses, a menudo porque se enfocan en objetivos a corto plazo, como perder peso para una ocasión especial. Los expertos subrayan que debe ser un hábito continuo, no solo una meta temporal: “Me encantaría que la gente creyera que el entrenamiento es para toda la vida. Pero por desgracia no siempre es así. De hecho, se estima que más o menos la media de los clientes suele ser en torno a los tres meses. Lo poco común es la gente habitual que lo considera como un hábito durante toda su vida”, afirma Crespo.
La alimentación: fundamental para una vida sana
En este sentido, la alimentación también juega un papel crucial en el proceso de cambio hacia una vida más saludable. Pero, al igual que con el deporte, debemos entenderlo como una rutina que se mantenga en el tiempo. Mar Martínez, nutricionista del hospital ‘Virgen de Altagracia’, destaca que “lo ideal es que vaya desapareciendo la idea de cuidarse o de tener una buena alimentación como un propósito”. Y añade que “el objetivo tiene que ser mantener un nivel basal de salud, todos deberíamos tener el mismo propósito el 1 de enero que el 20 de julio”.
Para ello, incide la profesional, es importante marcarnos metas realistas y a largo plazo “que seamos capaces de cambiar porque, para que el cuerpo note ese efecto beneficioso, tiene que haber una constancia y una durabilidad en el tiempo. Que esté seis meses a dieta no va a influir de manera positiva en mi cuerpo si no lo mantengo”.
Una de las claves para una alimentación saludable, tal y como subraya Martínez, es adoptar modelos de consumo en el que prioricemos las frutas y verduras, alimentos fundamentales por su composición nutricional. “Basándonos en las recomendaciones del plato saludable de la Universidad de Harvard, la mitad de las calorías que consumamos a lo largo del día deberñian ser fruta y verdura y, la otra mitad, proteínas, hidratos de carbono, etc.”.
Otro de los puntos importantes que señala la nutricionista es “alejarnos de las dietas milagro” que prometen resultados muy rápidos. Este tipo de remedios nos proponen un cambio en nuestro patrón dietético que pueden hacer que se pierda peso, pero a costa de perder masa muscular, lo cual, asegura, no es sano: “al perder músculo, perdemos agua, por eso se pierde peso tan rápido, porque nos estamos deshidratando, además suele haber efecto rebote”.
Vida sana, vida más plena
En definitiva, los profesionales del deporte y la nutrición coinciden en que el ejercicio y la buena alimentación son esenciales para nuestra salud. Desde Viking Box nos dan una serie de razones por las que incorporar la actividad física a nuestro día a día nos ayudará a mejorar nuestra calidad de vida: “para desestresarnos, para ser más felices y para alargar nuestra vida, evitar enfermedades cardiovasculares u otras patologías que nos puedan surgir”. En la misma línea, en Be Fit nos animan a atrevernos a disfrutar de una vida activa, porque “merece la pena, no sólo por verte y sentirte bien, sino por tu salud y por el largo plazo”.
Por su parte, Mar Martínez enfatiza que “no hay una segunda opción”. Por lo tanto, es importante entender que es un hábito para la toda vida y no para un momento puntual, que requiere de tiempo y de un seguimiento específico. En cualquier caso, nos recuerda, la recomendación principal es acudir siempre a los profesionales, “que nos guíen y nos asesoren adecuadamente”.
Así que, ya lo saben, cultivar una vida activa y una alimentación equilibrada es regalarnos bienestar físico, pero también emocional y mental. Cuidar nuestro cuerpo, fortalecer nuestra mente e invertir en nuestra calidad de vida para disfrutar de cada día con energía, salud y plenitud. Porque, al fin y al cabo, vivir bien no se trata sólo de añadir años a nuestra vida, sino de añadirle vida a nuestros años.