Después de una intensa semana cargada de actividades, las fiestas en honor a San Antón finalizaron en la tarde del viernes con la procesión de la imagen del santo por las calles de Manzanares. Antes tuvo lugar la bendición de animales y la tradicional hoguera, que reunió el jueves a cientos de manzanareños frente a la ermita para disfrutar de una agradable noche de convivencia vecinal.
El ciclo de los Santos Viejos comenzó en Manzanares el pasado 11 de enero con la proclamación de la mayorala, ayudaoras y motrilillas de San Antón 2020 y el pregón de las fiestas a cargo de José Antonio Cano. Desde entonces y hasta este viernes han sido numerosos los actos que se han celebrado para honrar la figura del santo. Los más pequeños han podido disfrutar de una yincana, una exposición de artes plásticas, un recital cultural y juegos populares. Además, entre el lunes y el jueves también se ha celebrado la liturgia de la palabra. Precisamente en la noche del jueves es cuando tuvo lugar uno de los actos centrales de estas fiestas: la tradicional hoguera frente a la ermita de San Antón. Hasta allí se desplazaron numerosas personas, tanto de la localidad como visitantes, dispuestas a disfrutar de una agradable noche en la que, por supuesto, no faltaron las mejores carnes a la brasa.
Las puertas de la bicentenaria ermita estuvieron abiertas para todo aquel que quisiera encontrarse con el santo y cumplir con las tradiciones: hacer sonar el cascabel del cerdito y tocar la campana que corona el templo. Compra obligada eran los tradicionales cochinillos del santo, que sólo los más rápidos pudieron adquirir, además de otros dulces como barquillos, castañas asadas, llaves de caramelo o palomitas.
Protagonistas de San Antón 2020 fueron las pequeñas mayorala, ayudaoras y motrilillas, que disfrutaron de las fiestas de un modo muy especial. “Es un orgullo vivir esta experiencia y poder ser representante de estas fiestas junto con todas mis compañeras”, explicaba una de ellas.
El viernes, día de San Antón, el programa de actos comenzó por la mañana con la misa solemne en honor al santo oficiada por Benito Huertas, párroco de la Asunción. A las dos de la tarde numerosos animales como perros, cobayas, pájaros o gatos se dieron cita en la plaza de la ermita para pedir protección al santo para todo el año. Además de recibir su bendición, tanto humanos como mascotas dieron las tres correspondientes vueltas a la ermita para cumplir con la tradición.
Finalmente, a las cinco de la tarde partió la procesión de la venerada imagen de San Antón, en la que participaron representantes del Ayuntamiento, autoridades religiosas, representantes de las hermandades locales y la banda de música de la AMC 'Julián Sánchez-Maroto'. Acompañada por diversos caballos, una cierva y varios perros, la comitiva recorrió las calles Jesús del Perdón, Lope de Vega, Toledo, Reyes Católicos, Mayorazgo y la avenida de Cristóbal Colón antes de regresar nuevamente a la ermita.