Borja Jiménez, máximo triunfador

Cinco puertas grandes en la feria de Manzanares

El fin de semana taurino dejó una corrida de toros triunfal para terna y ganadero, una entretenida novillada y un didáctico encuentro con David Galván

El fin de semana más taurino del año en Manzanares, con motivo de la feria y fiestas, fue triunfal en lo artístico. Con un soberbio Borja Jiménez, que cortó cuatro orejas y un rabo, la corrida del sábado se saldó con puerta grande para la terna y el mayoral de Monte la Ermita. Por la mañana, David Galván mantuvo un didáctico encuentro con la afición en la peña ‘Sánchez Mejías’.

Aunque las colas que hubo para ver los toros en los corrales no se correspondieron luego con la presencia de público en los tendidos, Manzanares vivió el sábado su día más taurino. Por la mañana, la peña ‘Ignacio Sánchez Mejías’ abrió las puertas de su sede y del espacio cultural que tiene en la plaza de toros con notable presencia de público.

Y como ya comienza a ser habitual, a mediodía contó con la visita de uno de los toreros acartelados esta tarde en Manzanares. En esta ocasión fue el gaditano David Galván, que precisamente el año pasado ganó el trofeo de esta peña a la mejor faena de la feria. El diestro, que reaparecía el sábado tras una cogida, se mostró ilusionado de hacerlo en Manzanares, una plaza que “ya va en mis raíces”, reconoció.

Galván visitó la sede de la peña y el espacio cultural taurino habilitado en las entrañas del histórico coso. No paró de hacerse fotos ni de firmar autógrafos con la afición, ante la que ofreció una clase magistral de toreo de salón, el agarre y forma de citar y recibir con el capote, los distintos lances con el percal y también con la muleta.

“Es importante porque el toreo es del pueblo y yo me siento un torero de pueblo, soy una persona con raíces humildes y una trayectoria de constancia, de lucha y esfuerzo, y ver todo eso recompensado con el cariño de la gente es muy bonito porque este tipo de actos alimentan la afición de las personas en todas las edades”, declaró David Galván a Manzanares10TV.

Y es que, grandes y pequeños atendieron las explicaciones del diestro, que ayudaron a entender mejor su forma de interpretar el toreo y a conocer detalles que acontecen durante la lidia. “Es muy bonito, lo disfruto y no es ningún esfuerzo, he disfrutado mucho de ver tantos niños y tantos aficionados, me ha encantado la peña, las instalaciones y el espacio cultural. Estoy muy agradecido a Manzanares”, reconoció unas horas antes de hacer el paseíllo en esta plaza.

Por la tarde, con menos de media entrada, David Galván abrió el cartel de una corrida de feria que resultó triunfal con puerta grande para los tres matadores y para el mayoral de Monte la Ermita. Galván se aseguró la salida a hombros en el que abrió plaza, al que desorejó. Poco se pudo lucir con el capote pero se desquitó en el último tercio con aplaudidas y largas tandas que le valieron las dos orejas tras ser efectivo con el acero, algo desprendido. Con el cuarto, el peor de la tarde, solo destacó en los lances de recibo. El de Monte la Ermita cabeceaba y recortaba mucho y David Galván lo mandó por la vía rápida al desolladero.

Borja Jiménez no quiso ir a la zaga y fue a por todas con el segundo, con un faenón por ambos pitones, mucho toreo en redondo y arrimón final. Más de media estocada y otras dos orejas para asegurar la puerta grande. Con el quinto, volvió a entregarse y a conectar con los tendidos, con alardes valerosos y naturales largos. Remató con el acero y se llevó los máximos trofeos: dos orejas y rabo.

José Fernando Molina, que sustituía a Víctor Hernández, no pudo sacarse la espina del año pasado en esta plaza con su primero, un toro que tras pasar por el caballo no tenía más de tres pases y recortaba la embestida. Mató mal y se conjuró para resarcirse en el sexto, con el que el albaceteño fue otro. Fue a por la puerta grande y lo consiguió. Largas cambiadas, chicuelinas al paso, quite por tafalleras y, con la franela, tandas continuadas ante otro buen toro. Aunque prolongó la faena demasiado y necesitó de dos descabellos tras un aviso y estocada entera, abrió la puerta grande con las dos orejas que le concedió el palco, que también premió al de Monte la Ermita con la vuelta al ruedo.

Novillada sin picadores

La feria taurina se completó en la tarde del domingo con la primera semifinal del certamen de novilladas sin picadores 'Promesas de nuestra tierra'. Con apenas un cuarto de aforo, se vivió un entretenido festejo. Aparicio Romero dejó buen toreo y mucha clase en ambos pero el de Arenas de San Juan se fue de vacío al fallar con la espada. Lo mejor de la tarde llegó con Alejandro Rubio, que cortó una oreja a cada uno de los novillos de López Gibaja, uno de ellos -el segundo de la tarde- premiado con vuelta al ruedo. Juan Zamora, que con el tercero no estuvo acertado, se desquitó en el sexto, al que cortó las dos orejas para acompañar a Rubio por la puerta grande.