Escuelas de verano

Deporte, diversión y convivencia en el XVII campus de baloncesto

Organizado por el Club Baloncesto Manzanares, este año ha contado con 74 niñas y niños inscritos, superando todas las ediciones

El baloncesto fue protagonista la pasada semana gracias al XVII campus organizado por el CB Manzanares, en colaboración con el área de deportes. 74 niñas y niños de todas las edades, desde los cinco a los veinte años, comparten pista en esta escuela de verano donde el principal objetivo es fomentar la convivencia entre pequeños y mayores y promover los valores del deporte desde las etapas más tempranas.

Son ya diecisiete años los que el Club Baloncesto Manzanares lleva poniendo en marcha su campus de verano. Una actividad que se ha ido consolidando en el tiempo y que, en esta nueva edición, ha batido todos los récords de participación, con 74 niñas y niños inscritos. “Un salto importante”, según destacó el coordinador del campus, Michel Porras, que contribuye a uno de los objetivos de esta escuela de verano: crear cantera para el club.

Además de la captación de jugadores y jugadoras, basando los entrenamientos en el aprendizaje técnico-táctico del baloncesto, la principal finalidad del campus es fomentar este deporte y sus valores mediante la convivencia entre pequeños y mayores. A través de la metodología aprendizaje-servicio, realizan diferentes dinámicas para crear vínculos positivos.

Esta es la filosofía que a lo largo de su historia viene llevando a cabo el Club Baloncesto Manzanares, donde todos sus integrantes componen una gran familia que va más allá de la competición. Así lo fomentan en su campus, desde los junior, pasando por las categorías: cadete, infantil, mini y pre-mini, hasta los ‘baby basket’, quienes aseguraron haber aprendido mucho de los mayores y disfrutar al máximo de esta experiencia.

Lo que queda demostrado una vez más es que el baloncesto en Manzanares tiene mucho futuro, prueba de ello son esas nuevas generaciones que comienzan a tener su primer contacto con este deporte y que vienen pisando fuerte y, sobre todo, contagiando a todos su ilusión y entusiasmo.