Con un desayuno especial y actuaciones compartidas con sus familias, los 49 usuarios y usuarias del Centro de Atención a Personas con Discapacidad Intelectual (CADI) de Manzanares han vuelto a celebrar, tras dos años de paréntesis por la pandemia, su fiesta navideña de convivencia. En ella, recibieron una cesta como premio a su trabajo.
El alcalde, Julián Nieva, y la concejala de Servicios Sociales, Prado Zúñiga, entregaron este miércoles estos obsequios que forman parte de la prima estímulo que reciben los usuarios del centro, el más veterano de la región. El primer edil, que desempeñó aquí gran parte de su trayectoria profesional, expresó su satisfacción por volver a la que considera “su casa”. “Es un centro que nos dignifica a todos”, reconoció.
Julián Nieva destacó el “absoluto compromiso” municipal con los servicios sociales, tanto con nuevos recursos como el aula para mayores con discapacidad o los nuevos centros sociales, como con programas específicos que, en muchos casos, son pioneros.
En su mensaje ante usuarios y familiares, dijo que el Ayuntamiento invertirá en servicios sociales “todo lo que haga falta” y, tras reconocer la labor del equipo de profesionales del centro, trasladaba sus mejores deseos de felicidad para todos en estas fechas.