Juana Molina abandona el Lointek Gernika después de tres temporadas en las que ha demostrado un altísimo nivel en la Liga Femenina Endesa, la división más del baloncesto femenino español. A partir de la próxima campaña la escolta manzanareña vestirá la camiseta del GDKO Ibaizabal de Liga Femenina 2. Juana explica que este cambio de equipo y de categoría se debe también a que, a sus 29 años, “tengo que empezar a mirar por mi futuro profesional en el que me gustaría aprovechar mi formación para ejercer como trabajadora social”.
Una de las mejores jugadoras de baloncesto de la historia de Manzanares, Juana Molina, se dispone a vivir una nueva etapa en su carrera deportiva. Pero ésta será diferente porque la cercanía de la treintena le ha llevado a empezar a plantearse un futuro en el que el baloncesto no ocupe el 100 % de su dedicación.
A partir de la próxima temporada la manzanareña seguirá compitiendo con las mejores del país, aunque en lugar de hacerlo en Liga Femenina Endesa con el Lointek Gernika como en los últimos tres años, lo hará en Liga Femenina 2 defendiendo los colores del GDKO Ibaizabal, club al que considera “su segunda casa”, ya que formó parte de la plantilla del equipo galdakoztarra entre 2013 y 2015.
“Aquí he crecido mucho como jugadora y como persona. También he vivido cosas que ni me hubiera imaginado cuando empecé a jugar al baloncesto en Manzanares: he disputado partidos en competiciones europeas y en la Copa de la Reina, hemos estado arriba en la clasificación de la liga y he formado parte de una de las mejores plantillas de la historia del Lointek Gernika”, repasa Molina, que espera “haber dejado huella” en Maloste. “Pero toda etapa tiene su fin y es un buen momento para dar un cambio a mi vida”.
Este cambio pasa por orientar su carrera profesional haciéndole hueco a su faceta como trabajadora social, que compaginará con el baloncesto. Para ello, ha tenido que bajar un escalón en cuanto a exigencia deportiva y enrolarse de nuevo en las filas del GDKO Ibaizabal, del que reconoce que “está confeccionando una plantilla muy competitiva”. Sin embargo, Molina tiene muy claro que “es muy difícil” volver a jugar al máximo nivel “si tus objetivos son otros, como es mi caso”.
De meter triples a trabajar con personas en riego de exclusión social
Ser trabajadora social no es una labor nueva para Juana, que ya ha ejercido como tal en verano una vez finalizaban las temporadas y que también ha ocupado su tiempo durante el confinamiento. Y es que ante la incertidumbre de qué iba a pasar con una liga que finalmente fue suspendida, la manzanareña se enfundó el chaleco rojo para enrolarse en el plan 'Cruz Roja RESPONDE', que le llevó hasta un albergue de Bilbao para ayudar a personas en riesgo de pobreza o exclusión social. “Fue una experiencia muy gratificante que me ha hecho ver la vida de otra forma. Trabajando en lugares como éste llegas a valorar más lo que tienes”.
Juana Molina, que pudo visitar a su familia en Manzanares recientemente, se muestra muy satisfecha con el devenir de su carrera y espera que esta nueva etapa que ahora comienza sea igual de exitosa que las anteriores.