La Universidad Popular ya tiene logotipo para celebrar su 30º aniversario. La propuesta de Jesús García Mezcua, natural de Manzanares, ha sido elegida por el jurado del concurso, al que han concurrido más de ochenta trabajos.
300 euros es la recompensa que Jesús García Mezcua obtendrá por el logotipo de la Universidad Popular que ha creado. Premio económico y también honorífico, ya que su diseño estará presente en todos los actos que se van a celebrar a partir de septiembre con motivo del 30º aniversario de su inauguración, así como en todos los documentos del centro.
El logotipo escogido, en el que se pueden leer las siglas UPM, “representa los treinta años de la Universidad Popular de Manzanares”, según ha confesado su director, Felipe Jerez, que ha formado parte del jurado junto con los dos profesores de Pintura, Pedro Miguel Pérez Villegas y Gonzalo Serrano, la jefa del departamento de Informática María del Mar Luna y la secretaria de la Universidad Popular Beatriz Rebollo.
El jurado no lo ha tenido fácil, ya que han sido muchas las propuestas que se han presentado al certamen procedentes de toda España. “Al concurso han concurrido 82 trabajos. Lo hemos tenido bastante difícil para elegir el logotipo ganador”, ha desvelado Jerez, que estuvo acompañado en la presentación de Pablo Camacho, al que aprovechó para agradecer su gran trabajo al frente de la concejalía de la Universidad Popular.
El edil en funciones, por su parte, destacó que la Universidad Popular de Manzanares es “una de las mejores de la provincia”, además de un “centro de referencia” de la localidad. “Hoy en día hay que entenderla como un centro educativo y formativo, pero también como un centro de socialización de nuestros vecinos y vecinas”, explicó Camacho, que describió la Universidad Popular como un lugar accesible, “un servicio público de calidad para todos los bolsillos independientemente del nivel adquisitivo de sus alumnos”; un centro diverso desde el punto de vista de la oferta formativa, “con cursos de informática, idiomas y expresiones artísticas, entre otros”; un espacio “con una enorme calidad debido fundamentalmente al esfuerzo de un profesorado ampliamente cualificado que no tiene nada que envidiar al de colegios, institutos e incluso universidades”; y un centro intergeneracional “donde confluyen alumnos desde los 6 hasta los 85 años”.
El concejal en funciones no se olvidó de reivindicar la Universidad Popular como “una herramienta de conciliación familiar”, haciendo énfasis en la recuperación de la Escuela de Verano. “Este año nuevamente vamos a cumplir todas las expectativas. Vamos a tener más de doscientas matrículas en los meses de julio y agosto. Hay veinte o treinta niños más apuntados y ya estamos trabajando para que no haya ningún tipo de lista de espera”. Asimismo, en opinión de Camacho el centro también cumple una función terapéutica, “ya que muchas personas no sólo vienen a obtener mejor capacitación, sino que buscan que la Universidad Popular se convierta en un punto de apoyo para seguir adelante”.
Propuesta de ampliación de la Universidad Popular
La mejora de las infraestructuras del centro es uno de los siguientes objetivos del Ayuntamiento de Manzanares, algo que se pondrá en marcha “en cuanto sea posible”, tal y como señaló Pablo Camacho: “Tenemos el problema de que no podemos ampliar mucho más nuestra oferta formativa porque la infraestructura que tenemos está limitada a las aulas y los horarios de los que disponemos actualmente”. La idea del Equipo de Gobierno, es utilizar el antiguo centro de atención a la infancia ‘Dulcinea’ situado en el Paseo de Córdoba para trasladar allí las disciplinas musicales y de danza, “dos de las que más alumnos tienen”.