La Plaza de la Constitución de Manzanares ha vuelto a albergar un mercadillo solidario organizado por los jóvenes participantes en el campamento urbano y el Pequeverano de la concejalía de Juventud, en el que participan niños y niñas de entre los 4 y los 14 años de edad. Junto a la asociación Talayot, encargada de desarrollar ambos proyectos, se han recaudado fondos para la ONG Childhood Smile.
La portavoz del Equipo de Gobierno, Beatriz Labián, acompañada de las ediles Gemma de la Fuente y Silvia Cebrián, ha mostrado su apoyo a esta actividad que con cada cincuenta euros de recaudación puede escolarizar a un niño o niña de Burkina Faso, “algo que aquí sería impensable”.
La edil manzanareña se mostraba muy satisfecha por la implicación juvenil en la actividad, “si te acercas a la mesa ves cómo todos, de manera muy proactiva, intentan venderte la mayoría de productos”, aunque para Labián es igual de importante la labor de concienciación, “creo que cuando ellos conocen la situación de los niños de Burkina, que no pueden ser escolarizados y que tienen todas esas dificultades, pues también hace que valoren más la situación que tienen aquí”, “que aprendan a valorar el vivir en un país desarrollado, donde tienes todos los derechos y todas las libertades”.
Los productos a la venta han sido realizados en los talleres de manualidades del programa, por lo que la actividad es mucho más completa de lo que puede parece a simple vista, “es una labor encomiable e imprescindible, y yo en nombre del Equipo de Gobierno la aplaudo porque no sólo entretienen a los niños durante los mese de julio y agosto con el campamento urbano, sino que hacen una gran labor de concienciación y fomentan la solidaridad entre los más pequeños, y la empatía”.
Es actividad juvenil se suma a la amplia oferta que el Ayuntamiento prepara en verano para ayudar a conciliar a las familias, como los campus polideportivos, la Escuela de Verano de la Universidad Popular, o el programa Concilia en Vacaciones, “cada una de ellas ofrece algo diferente”, recordaba Labián.
María Jiménez, de Talayot, explicaba que cada quincena realizan un mercadillo solidario en el que los menores también traen juguetes de sus casas. El año pasado ya se colaboró con Childhood Smile, consiguiendo escolarizar hasta 11 menores gracias al empeño de los jóvenes manzanareños, “saben que el dinero es para otros niños y niñas, y en ningún momento dicen que es para mí, sino que van por la calle gritando para conseguir donativos”.
Pulseras, llaveros, marcapáginas y otro tipo de manualidades han sido los productos que se han podido adquirir de manera simbólica para colaborar con la ONG. Marta Palacios, voluntaria de Childhood Smile recordaba que la organización trabaja para escolarizar a niños huérfanos enfermos de sida en Burkina Faso, donde “no es igual de fácil acceder a la escuela”.