Este año la situación actual impedirá que se celebre la procesión del próximo 14 de septiembre con motivo de las fiestas patronales. Los actos religiosos se han tenido que adaptar a las circunstancias, celebrándose “con la mayor normalidad posible”. Asimismo, el traslado de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón de la ermita de la Vera Cruz a la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora se realizará de forma privada.
Todavía faltan unas semanas para que dé comienzo una de las fechas más importantes del calendario para Manzanares, pero las fiestas patronales se vivirán de una manera muy diferente este año debido a la crisis sanitaria, ya que algunas de las actividades previstas no se podrán desarrollar como hasta ahora.
Son numerosos los actos que este año no se va a celebrar, como la procesión del día 14. A su vez el traslado de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón se hará de forma privada. Del mismo modo se limitará el aforo en el resto de actos, lo cuales también se verán afectados por la nueva normalidad con respecto a la COVID-19. ”No se van a poder realizar los actos más multitudinarios, con lo cual no habrá procesión. El traslado de la imagen tampoco se puede hacer porque son actos en los que se reúne mucha gente y es prácticamente imposible mantener las distancias”, detalla Rafael Ángel Huéscar, hermano mayor de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de la Esperanza.
A diferencia de lo que tradicionalmente sucede, el aforo de la iglesia en la función solemne del 14 de septiembre estará limitado. Para compensar, se instalarán doscientas sillas en la plaza de la Constitución para que todos los feligreses puedan disfrutar de ella. Por su parte, ocurre lo mismo en el novenario en honor a Nuestro Padre Jesús del Perdón, que se celebrará entre el 5 y el 13 de septiembre con nuevo horario: “El rosario empezará a las 20:30 en lugar de a las 20 horas para que la misa empiece a las 21 horas”.
El pregón de las fiestas patronales del 29 de agosto se llevará a cabo al aire libre en la plaza de San Antón a las 22 horas. Se desarrollará de esta manera para evitar aglomeraciones dentro del Gran Teatro y poder cumplir así con las medidas de seguridad. Este año la responsabilidad recaerá en Pedro Villarroel, manzanareño residente en Madrid. Rafael Ángel Huéscar señala que “es una persona que es muy activa en redes sociales. Habla mucho sobre la historia de Manzanares. Es un enamorado de su pueblo”.
Más allá del pregón, el viernes 28 de agosto se celebrarán los homenajes del 50º y 75º aniversario de hermanos, con una eucaristía con aforo reducido y la entrega de medallas y diplomas. El lunes 14, festividad del patrón, los actos religiosos comenzarán a las ocho y media de la mañana con la misa de la hermandad y devotos en general, donde al finalizar se realizará el juramento e imposición de medallas a los nuevos hermanos. A las once de la mañana se realizará la función solemne en honor a Nuestro Padre Jesús del Perdón, que también se podrá ver en la pantalla instalada en la plaza de la Constitución.
La hermandad suministrará gel hidroalcohólico para que las personas que deseen acudir a los eventos puedan hacerlo de forma segura, manteniendo y respetando el protocolo planteado con anterioridad.