Cada año, los centros educativos han de llevar a cabo simulacros de evacuación para estar prevenidos en caso de emergencia. Ayer el instituto ‘Azuer’ realizó el suyo, pero esta vez lo hizo por lo alto, desplegando todo un dispositivo del Sescam, bomberos, Protección Civil y Policía Local. Simularon una explosión en uno de sus talleres y hubo hasta dos heridos ficticios.
Con una fuerte explosión -ficticia- en un taller de Formación Profesional, daba comienzo el simulacro de emergencia en el instituto ‘Azuer’ de Manzanares. A partir de ese momento, se ponía en marcha el protocolo de evacuación, avisando al 112 en primer lugar; cerrando puertas y ventanas para evitar entradas de aire; y trasladando al alumnado al exterior del recinto, ayudados por el profesorado y los responsables de coordinar el dispositivo.
Una vez notificada la situación a los servicios de emergencia, se desplazaban hasta el centro efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y personal sanitario: Policía Local para cortar y desviar la circulación de vehículos, bomberos para rescatar a los heridos y el Soporte Vital Básico de la Unidad de Urgencias Emergencias del Sescam para atender a las víctimas, con el apoyo de Protección Civil.
A causa de la explosión, dos alumnos quedan atrapados en el lugar del incidente y necesitan ser socorridos por los bomberos. Son los primeros en intervenir en estos casos. Con los dos heridos a salvo, llega el turno de los técnicos de emergencias del Sescam, con el apoyo de la agrupación de Protección Civil de Manzanares.
Todos los centros educativos están obligados a realizar periódicamente simulacros de evacuación, para cumplir adecuadamente con su plan de emergencia y estar preparados ante este tipo de incidentes. Desde el IES ‘Azuer’, aseguraban que, con esta actividad, se consigue reforzar la seguridad en el centro y la respuesta de toda la comunidad. Así lo destacó Jesús Villegas, director del centro, que agradeció a todos los profesionales su implicación y valoró de manera muy favorable esta iniciativa impulsada por el profesor José Jiménez. El docente señaló que, con este simulacro “tan realista” se pretende tomar nota para evitar accidentes en caso de que se diera una explosión u otro incidente.
Todos los implicados valoraban muy positivamente el desarrollo de este tipo de simulacros, con el fin de estar entrenados para situaciones de este calibre y mejorar la coordinación entre los profesionales, así como la evacuación por parte del centro.