El pasado jueves se inauguraba en el vestíbulo del Gran Teatro la exposición ‘Obra última’, del desaparecido Jesús Mozos. Una muestra que recoge piezas de la última etapa del artista que, como lo define el escritor Manuel Gallego Arroyo, pasó “del expresionismo abstracto al proyecto poético del orientalismo”. Al acto de apertura, que contó con la presencia del alcalde de Manzanares, asistieron decenas de amigos y compañeros de Mozos, que no quisieron faltar a la cita y arropar a su familia.
Jesús López de los Mozos dejó este mundo hace ya tres años, en abril de 2019, llevándose consigo una sensibilidad única, una filosofía de vida en la que el arte de la abstracción fue su medio para plasmar la belleza; pero también a un padre, a un marido, a un hermano y a un gran amigo. Lo que queda para siempre, además de su recuerdo, es su legado artístico, una trayectoria en la que Mozos transitó diferentes etapas de las cuales, una parte, está recogida en ‘Obra última’.
Su esposa, Nieves, manifestaba su emoción por la gran acogida de esta exposición única, con piezas nunca antes vistas en Manzanares: “Estoy verdaderamente agradecida de juntar aquí a todos los amigos, a la familia, para poder disfrutar de una exposición que creo que va a gustar en Manzanares. Las piezas que vamos a disfrutar aquí no se han visto, pertenecen a la última etapa de Jesús”.
Manzanares se lo debía, y el público supo responder. Familiares, amigos, compañeros de gremio y representantes institucionales se congregaban en un abarrotado hall del Gran Teatro para asistir a la apertura de esta muestra póstuma. “Nos sentimos muy arropados”, señaló Nieves Cervantes, “los amigos nos han demostrado que siguen estando ahí, que entienden muy bien la sensibilidad de Jesús y a la hora de trabajar en esta exposición, ha sido muy emotiva y la hemos disfrutado mucho”.
El acto, contó con la presencia de Julián Nieva y Candi Sevilla. Este último fue el encargado de dar la bienvenida a todos los presentes, en el que ha sido el primer acto oficial de inauguración tras la pandemia. De Mozos, el concejal de Cultura, destacó: “Jesús fue el arte de la abstracción (…) La belleza en sí misma, en esos óleos, en esas instalaciones, esa imaginación, esa creatividad”.
Por su parte, el alcalde de Manzanares, reconoció que “es prácticamente imposible no emocionarse, ya que esta es una exposición excepcional por muchas razones”. También hizo alusión a los siete primeros puestos con los que el artista honró a la localidad en el certamen de artes plásticas ‘Ciudad de Manzanares’ y añadió que “este es el reconocimiento que los pueblos deben hacer a los hombres y las mujeres que han dado lo mejor de sí mismos, en este caso, en el ámbito de la cultura”.
Entre las emotivas palabras que se pudieron escuchar en el Gran Teatro, estuvieron las del hermano del artista, Javier López de los Mozos, que nos invitó a disfrutar de estas obras únicas: pinturas sobre tela, dibujos en tinta china de la serie ‘Sumi-e’, esculturas y sus ‘edificios improvisados’ en madera reciclada… Y nos recordó, asimismo, la importancia de disfrutar el momento presente: “Os deseo que veáis esta exposición, como reza su título ‘Obra última’, por desgracia es así, no vamos a poder nunca más disfrutar de nuevas creaciones. Esto es todo. Carpe diem’.
El también artista, Teo Serna, comisario de la exposición junto a Alex Serna y gran amigo de Jesús Mozos, no quiso perder la oportunidad de dedicar unas sentidas letras al artista y a su memoria, siempre viva, siempre eterna, como su arte: “Sea esta exposición un homenaje a Jesús, un acto de justicia poética. Solo en el olvido está la muerte, no debemos olvidar. Hoy, cuando hay silencios y ruidos que atruenan, sirva esta exposición de Jesús para leer las palabras no dichas, para ver los colores imposibles, para sabernos más ricos, más completos. Porque no quiero olvidar, te llamo Jesús y hablo contigo de la vida, del arte y de la música, como tantas veces hemos hablado. Y te doy las gracias de corazón”.