El confinamiento puso de relieve la importancia de las nuevas tecnologías en diferentes ámbitos de la vida. A nivel educativo, las clases online se convirtieron en un nuevo estándar, situación para la que no todos los centros estaban preparados. En Manzanares, el alumnado de los colegios 'La Candelaria' y 'Tierno Galván' lo tuvo más sencillo gracias a que estaban integrados en el proyecto 'Carmenta'.
Aumentar la motivación del alumnado, fomentar la participación y la cooperación entre alumnado y profesorado, favorecer el trabajo en grupo y formar al alumnado en técnicas y habilidades indispensables en la sociedad actual son los principales objetivos del proyecto 'Carmenta', una iniciativa de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que ha permitido digitalizar las aulas en los alrededor de doscientos centros educativos de la región que participan en él.
En Manzanares, dos colegios de educación primaria se sumaron a este proyecto el pasado curso y repiten nuevamente en el que acaba de comenzar: en 'La Candelaria' está implantado en 3º y 4º, mientras que en 'Tierno Galván' lo está en 3º, 4º, 5º y 6º. De ahí, que la imagen que lucen sus clases sean diferentes a la habitual. Porque la pizarra de tiza comparte protagonismo con un gran monitor interactivo y el alumnado ha cambiado los libros de texto en papel por libros digitales que consultan en sus tablets. “Los nuevos libros digitales ofrecen un sinfín de posibilidades: cuentan con actividades interactivas, permiten encontrar información de forma mucho más rápida, realizar trabajos en grupo a través de entornos colaborativos o disponer de una sala de videoconferencia en cualquier momento, entre otras cosas”, detalla Encarni Alises, jefa de estudios del CEIP 'Tierno Galván'.
Aunque al principio las familias se mostraban algo reticentes ante la novedad, en general el proyecto 'Carmenta' ha sido muy bien acogido por el alumnado al entender que vivimos en una sociedad en la que prácticamente todo se ha digitalizado y para la que tiene que estar preparado. Sin embargo, la llegada de los monitores y las tablets a las aulas no significa que los centros educativos se hayan olvidado de los métodos tradicionales de enseñanza, “que deben convivir en equilibrio con las nuevas tecnologías”.
Experiencia positiva durante el confinamiento
Los beneficios del proyecto 'Carmenta' se hicieron más notables durante el confinamiento, ya que los centros que habían apostado previamente por la digitalización de la enseñanza lo tuvieron mucho más fácil para continuar sus clases. “Estamos muy satisfechos porque nuestro alumnado estaba preparado para desenvolverse con mayor comodidad”, apunta Antonio Márquez, director del CEIP 'Tierno Galván'.
A pesar de la experiencia positiva vivida durante el confinamiento, el personal docente no cree que las clases online terminen imponiéndose a las presenciales “porque el contacto con el profesorado es básico para el alumnado de educación infantil y primaria. ¡Les da la vida! Y eso no te lo dan las videoconferencias”, añade Alises.
“El futuro de la educación”
El Ayuntamiento de Manzanares ha apostado por el proyecto 'Carmenta' incluyéndolo dentro de la convocatoria de ayudas para la adquisición de libros de texto y material escolar. No en vano, Isabel Quintanilla, concejala responsable del área, califica este programa de digitalización como “el futuro de la educación en los próximos años” y confía en que pronto se amplíe a más cursos y a más centros educativos de la localidad.