Este domingo se celebra la festividad de Nuestra Señora de la Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias. En la prisión de Herrera de La Mancha se conmemoró el jueves con un acto institucional en el que se puso de relieve la labor de integración y reinserción que realiza este centro ubicado en el término municipal de Manzanares. Además, se entregaron menciones, reconocimientos y medallas.
Con una nutrida presencia institucional, con representantes de las administraciones públicas y ayuntamientos de la comarca, de las fuerzas y cuerpos de seguridad, de la judicatura y de diferentes ONG e incluso hermandades religiosas, así como de funcionariado de Instituciones Penitenciarias, la cárcel de Herrera de La Mancha celebró la festividad de la Merced en una ventosa mañana.
Fue un emotivo acto que comenzó guardando un minuto de silencio por Francisco Aranda Peña, funcionario que falleció el pasado 18 de marzo mientras prestaba servicio en este centro penitenciario. Por este motivo, entre las menciones, reconocimientos y medallas que se entregaron están la que a título póstumo recogió su viuda y las entregadas a los tres compañeros que trataron de salvarle la vida, José David Muñoz, José Julio García y Leandro Donoso.
También los hubo para el personal que cumple 25 años de servicio, para las trabajadoras sociales de la prisión y para la psicóloga del programa de adicciones de Cruz Roja, María Elena Santiago, que recibió la medalla de bronce al mérito penitenciario. Y por su compromiso y colaboración, se concedió la medalla de plata al mérito penitenciario al Comisario Jefe provincial del Cuerpo de Policía Nacional de Ciudad Real, José Alberto Camacho.
Durante el acto, el director del centro penitenciario de Herrera de La Mancha, Marceliano García-Catalán, dijo que las Instituciones Penitenciarias “son claves” para proteger los derechos de las personas privadas de libertad y para favorecer su rehabilitación futura. Por ello, dijo que el personal de estos centros cumple “con profesionalidad y honestidad” con el espíritu de la Constitución para, mediante el desarrollo de la persona, preparar al interno para la convivencia en libertad.
Para conseguir estos objetivos, García-Catalán resaltó la apuesta que se hace por la empleabilidad, la educación y la formación de los internos. “Fomentar el trabajo, la acción educativa y generar oportunidades de integración y reinserción, son clave por la vinculación que hay entre la exclusión social y el círculo delictivo”, afirmó.
En ese sentido, el director de la prisión expuso que hay 115 internos realizando actividades laborales, 250 en contacto con la educación y 30 con cursos de formación profesional y ocupacional. También destacó las inversiones realizadas por importe de 4,6 millones de euros para reformar la enfermería, cocina, cubiertas y bombeo de agua. También para reformar las celdas con duchas individuales en lugar de duchas colectivas y para la instalación de una planta fotovoltaica de autoconsumo. Cabe añadir otros 250.000 euros para la reforma de los locutorios.
Toda la labor que se realiza en este centro penitenciario fue resaltada por las distintas administraciones. En representación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha asistió el delegado provincial de la Consejería de Bienestar Social, Eulalio Díaz-Cano.
El portavoz del gobierno en el Ayuntamiento de Manzanares, Pablo Camacho, también aprovechó para felicitar y agradecer su trabajo al personal de Instituciones Penitenciarias y a quienes colaboran con un centro con el que el propio consistorio también colabora habitualmente por la importancia que tiene para la ciudad.
