El XXXII Certamen Nacional de Jóvenes Investigadores ha reconocido por partida triple un trabajo del Instituto de Educación Secundaria ‘Azuer’ de Manzanares. Se trata del realizado por el alumno Mario Sánchez-Migallón sobre la figura del histólogo Pío del Río Hortega, tutorizado por el profesor José Luis Olmo, también galardonado.
El fallo del jurado de este prestigioso certamen, el equivalente a los premios Princesa de Asturias a escala juvenil, se hizo público en un acto telemático celebrado el pasado 3 de diciembre. El trabajo realizado y defendido por Mario Sánchez-Migallón Alises, titulado ‘Análisis del binomio ciencia y arte a través de la figura de D. Pío del Río Hortega con el aporte de nuevos datos biográficos’ consiguió un premio de 3.000 euros del Ministerio de Universidades y una estancia de investigación en el CSIC.
En su trabajo, el alumno manzanareño ha investigado la relación entre la ciencia y el arte por medio de Pío del Río Hortega, eminente histólogo español de la escuela de Ramón y Cajal. Esta investigación elabora una nueva biografía y estudia por primera vez una de las facetas artísticas más oculta de Del Río Hortega, el “kirigami”, así como parte su obra artística.
Esta investigación fue tutorizada por el profesor del Departamento de Biología y Geología del IES Azuer, José Luis Olmo Rísquez, que además recibió una mención de honor del jurado por su labor de fomento de la investigación y la ciencia en su comunidad educativa.
El Certamen de Jóvenes Investigadores es una iniciativa de la Secretaría General de Universidades y del Instituto de la Juventud de España. Tiene como objetivo promover la investigación en los centros docentes que imparten enseñanzas previas a la universidad mediante la concesión de premios a trabajos realizados por alumnado de entre 15 y 21 años de Educación Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, bajo el asesoramiento y supervisión de un coordinador-tutor, que es un profesor o profesora del centro educativo.
El certamen busca despertar vocaciones científicas en las etapas previas a la universidad, enfrentándoles a un triple reto: explorar su entorno para identificar algún interrogante cuya explicación desconozcan; documentarse sobre el tema, y proponer y demostrar empíricamente una solución para su problema. Un desafío que exige curiosidad, imaginación y trabajo en equipo. Este Certamen contribuye también al fomento de valores tales como el espíritu investigador, la ciudadanía activa, la educación inclusiva, la innovación, la creatividad y la igualdad de sexos.
Los trabajos presentados son relativos a cinco áreas de conocimiento: Ciencias de la Tierra y de la Vida; Ciencias Físicas, Químicas y Matemáticas; Ciencias Sociales y Jurídicas; Tecnologías e Ingenierías; y Artes y Humanidades. Procedían de toda España y el jurado seleccionó un máximo de 38. El del IES Azuer fue el único de Castilla-La Mancha que pasó a la fase final.