La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Castilla-La Mancha celebró este viernes en la 63ª Feria Nacional del Campo de Manzanares su asamblea sectorial del vino, en la que participaron viticultores de toda la región para abordar los principales retos del sector, especialmente los relacionados con la rentabilidad de las explotaciones familiares, el uso de los fondos europeos y la adaptación al cambio climático.
La incertidumbre que rodea al mercado vitivinícola y los desequilibrios comerciales y geopolíticos fueron el eje central de esta reunión que puso sobre la mesa la vulnerabilidad de los viticultores castellano-manchegos. En este contexto, UPA pide a las administraciones que pongan en marcha medidas y apoyos económicos eficaces ya que muchas explotaciones familiares están viendo comprometida su viabilidad.
Durante la sectorial, se repasaron las propuestas legislativas presentadas por la Comisión Europea en marzo, que modifican tres reglamentos y recogen algunas de las recomendaciones del Grupo de Alto Nivel en el que participa UPA. Sin embargo, aún quedan medidas clave por incorporar a la normativa comunitaria y española según esta organización, según su secretario general regional.
Su secretario general regional, Julián Morcillo, estuvo acompañado en esta sectorial por el responsable del sector vitivinícola de UPA, Alejandro García-Gasco, en un cónclave que contó con la participación del alcalde de Manzanares, Julián Nieva que, en un municipio que pronto abrirá su quinta bodega y en el que la viticultura tiene un importante peso específico, se hizo eco de las reivindicaciones de UPA ante la coyuntura geopolítica y arancelaria, y abogó por la unidad.
Nieva, tras recibir las felicitaciones de UPA por la organización e importancia de Fercam, dijo en esta asamblea sectorial que la Feria Nacional del Campo es hoy en día un gran referente en toda España después de 65 años ya que resulta “una herramienta interesante, útil y necesaria” para la agricultura y la ganadería.
En el marco de la feria manzanareña, el secretario general de UPA Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, solicitó una mayor flexibilidad en el uso de los fondos de la Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV) recogidos en el PEPAC. “Si no se gastan en el año correspondiente, deberían poder utilizarse en anualidades posteriores”, defendió. Además, propuso destinar esos fondos no ejecutados al arranque de viñedo, una medida que podría aliviar la sobreproducción y mejorar la competitividad del sector.
El debate también abordó cuestiones como los aranceles, las exportaciones, el nivel de consumo o la caída de precios. Frente a estas amenazas, UPA exige medidas coyunturales que amortigüen el impacto de los vaivenes del mercado y reclama que el incremento del 80% propuesto por Bruselas en medidas contra el cambio climático se integre en las ayudas a la reestructuración del viñedo, especialmente para quienes apuesten por variedades más adaptadas a las nuevas condiciones climáticas.