Las juveniles del Handball Femenino visitaban una de las canchas más complicadas de la primera vuelta, la del Balonmano Herencia, que marcha tercero en la clasificación y que es uno de los favoritos a estar entre los primeros puestos de la tabla. Una cancha que las panteras miran con mucho respeto ya que en los últimos años se les ha atragantado bastante, realizando partidos muy ajustados en los que no han sabido desplegar sus mejores armas.
Con siete victorias acumuladas y dos derrotas frente el Balonmano Pozuelo y el Ciudad Imperial, las herencianas recibían a las panteras con muchas ganas de hacer las cosas bien y poder sumar los dos puntos para volver a meterse en la lucha por esa primera plaza, que actualmente ocupan las rosas.
El encuentro comenzaba muy igualado e intenso, en cuanto a las defensas colocadas en cada una de las porterías. Una defensa con la que las de Estefanía Marchán mantenían el marcador a raya evitando que las pérdidas cometidas en las labores ofensivas culminaran en gol fácil por parte de las locales.
Esta intensidad les permitió empezar a coger ligeras ventajas en el marcador y llegar al descanso con una renta positiva de dos goles. Tras recibir las indicaciones necesarias en el vestuario, las manzanareñas saltaban a la cancha intentando mantener ese pequeño colchón hasta el final del partido.
El esfuerzo y las ganas de llevarse los dos puntos de allí, obligó a las rosas a tener la cabeza muy fría, no sólo para seguir manteniendo esa ventaja a pesar de los fallos que cometían, sino también para soportar las 4 exclusiones, dudosas según el club, que sufrieron en los primeros veinticinco minutos, de las 6 totales que acusó el equipo durante el encuentro; enfrente, una exclusión del equipo local en los sesenta minutos. Esta situación, sumada a los 7 penaltis pitados en contra frente a los 3 a favor, llevó al BM Herencia a empatar la contienda con un 31-31 final, a falta de un lanzamiento directo de golpe franco que ya fuera de tiempo le tocaba transformar a las de Estefanía Marchán.
Fue Carmen Arroyo la jugadora en la que decidió confiar la míster, ya que no era la primera vez que ejecutaba ese tipo de lanzamientos tan complicados y en el que, además, suma un alto porcentaje de efectividad. Tras el pitido del árbitro, Carmen convertía el lanzamiento en gol; un gol que valía dos puntos muy merecidos por el equipo y necesarios para seguir manteniendo el liderato en la clasificación y la distancia de dos puntos frente al segundo.
La próxima jornada será de descanso para el conjunto juvenil, mientras que el senior retomará la competición en casa del BM Cátedra 70.