Con más de 430 niños y niñas participantes de Manzanares y Llanos del Caudillo, se pone punto y final a las VII Jornadas de Educación Vial con la entrega de premios a los menores. Durante las jornadas de este año, se ha realizado un certamen de dibujo, clases teóricas monitorizadas por un agente de Policía, la actividad ‘Policía por un día’, y el taller de teatro para participar en el Certamen Provincial de Teatro organizado por la Dirección Provincial de Tráfico.
El subjefe de la Jefatura Provincial de Tráfico, Víctor Manuel Esteban, alabó la apuesta en educación vial “es la apuesta más segura”, señaló “con especial hincapié, porque el futuro empieza aquí”.
Por su parte, el alcalde de Manzanares, Julián Nieva, puso en valor el esfuerzo que hacen los centros educativos de la localidad y de Llanos del Caudillo, así como el trabajo desarrollado por los agentes de Policía Local de Manzanares, y Protección Civil. El regidor municipal destacó cómo los menores han interiorizado el mensaje en esta etapa en la que “la educación es clave”: “casi han tenido que sancionar, de algún modo, a sus familias porque hay que hacerles conscientes del enorme peligro que a veces asumimos los mayores: desde no ponernos el cinturón, porque creemos que en tres minutos nos vamos a bajar del coche, a coger una llamada de teléfono como si no pudiese esperar”.
Todos estos conceptos y conocimientos han sido los que han trabajado los escolares de cuarto y quinto de primaria durante las jornadas, y así han quedado de manifiesto también en los dibujos ganadores del certamen, que eran premiados en la gala de clausura.
Teatro para concienciar
Una recreación de un aula de primaria se ponía en escena sobre el Gran Teatro de Manzanares para escenificar lo que podría ser un día cualquiera dentro de las Jornadas de Educación Vial. Dirigidos por Polo Sánchez de la Blanca, un grupo de niños y niñas ataviados con camisetas con las diferentes señales de tráfico hacían ver al público infantil, que al tener un accidente, el cinturón de seguridad puede salvarte la vida.
Sobre el escenario, también visibilizaban problemas cotidianos que los niños y niñas pueden encontrarse al moverse por la ciudad, y debatían de manera ficticia sobre la importancia de no cruzar la calle con un semáforo en rojo, el peligro de jugar con la pelota en la acera, o porqué no se debe distraer al conductor del autobús.