Ciento veinte niños y niñas saharauis de 7 a 11 años, principalmente, pasarán el verano en la provincia de Ciudad Real con familias de acogida en el marco del programa ‘Vacaciones en paz’. El objetivo es evitar que los menores tengan que pasar esta estancia “en un clima inhóspito”, según el representante saharaui Abdehale Amed, que supone cincuenta grados a las sombra en el suroeste argelino, “en un desierto árido donde la situación que predomina es la precariedad y la falta de medios”. Este motivo es más que suficiente para el alcalde de Manzanares, Julián Nieva, para colaborar desde la localidad en esta iniciativa y mostrar su firme compromiso con la causa saharaui.
Para el primer edil, los niños y niñas pertenecen “a un pueblo hermano, que permanentemente ha sufrido las condiciones de comportamientos históricamente injustos”, y por ello, desde el Ayuntamiento se han puesto a disposición de la organización y de la Diputación de Ciudad Real todos los recursos locales para atender la llegada de los menores de la provincia en Manzanares. En este sentido, el voluntariado de Protección Civil, Cruz Roja y los jóvenes de la Asociación Talayot han velado por la seguridad y entretenimiento de los niños y niñas hasta su recogida, en una mañana en la que han reído y jugado en el nuevo colegio Divina Pastora.
El regidor municipal ha mostrado la satisfacción de que la localidad acoja a tres menores, mostrando una vez más su solidaridad, y permitiendo “que se lleven lo mejor que tenemos”. Aún así, Nieva ha lamentado que la cifra de familias de acogida haya descendido en la provincia en los últimos años, por lo que ha insistido en la necesidad de cambiar este dato y se ha comprometido a hacer todos los esfuerzos posibles.
Pese a ello, la provincia de Ciudad Real sigue encabezando la acogida en la región, tal y como ha señalado el Coordinador Regional de la Federación de Asociaciones de Amigos del Pueblo Saharaui, Silvestre del Río, que ha agradecido el compromiso de la ciudadanía con los proyectos de ayuda humanitaria “para aliviar la precariedad en alimentos que se vive en los campos de refugiados saharauis”. En este sentido, la Diputación de Ciudad Real colabora con el envío de alimentos en un momento en el que las donaciones han bajado en un 64%, tal y como ha señalado.
Por su parte, el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero ha destacado que esta recepción ya es algo “tradicional” en el inicio del verano y que el periodo estival “está incompleto” si no corren por las calles los menores saharauis; también subraya que supone un intercambio que beneficia no sólo a los niños y niñas saharauis, sino también a los de las familias de acogida porque “comparte, viven, disfrutan y se pelean como todos los niños, pero tienen una socialización y una apertura de mente que no se podría pagar con dinero”.
Caballero ha señalado que hoy en día se sufren crisis humanitarias y situaciones como consecuencias de las migraciones que requieren de “solidaridad y fraternidad de los ciudadanos con sus iguales, vivan donde vivan, de los pueblos con otros pueblos, aunque estén a miles de kilómetros”. En este sentido, el presidente de la Diputación ha destacado el “ejercicio de ternura y solidaridad” que se hace en la provincia, y para el cual su gobierno asume el gasto del desplazamiento hasta sus hogares de destino. Del mismo modo, la Diputación invierte 350.000 euros al año en ayuda al pueblo saharaui, que asciende hasta el millón y medio de euros en su conjunto a la cooperación internacional, “un 1% del presupuesto de la Diputación de Ciudad Real”.
Por último, ha puesto de relieve que se invierten hasta 24 millones de euros en ayudas de emergencia y planes de empleo para atender “a los paisanos que peor lo están pasando”, y es que para José Manuel Caballero “ser solidario significa atender las obligaciones y necesidades que existen en nuestra provincia, pero también atender las necesidades, siempre mucho más imperiosas y más urgentes y graves que las que, por suerte, tenemos aquí”.
El centro de recepción provincial se ha fijado este año en el colegio Divina Pastora de Manzanares, a donde se ha trasladado también el vicepresidente David Triguero, el alcalde de la localidad y diputado provincial, Julián Nieva, los concejales del Ayuntamiento de Manzanares Beatriz Labián y Miguel Ramírez, los responsables de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui Silvestre del Río y Paco Real, y el representante saharaui Abdehale Amed.