El Manzanares FS Quesos El Hidalgo inicia la segunda de las ocho semanas de entrenamientos previas al debut en Primera División. Después de las vacaciones de verano, los jugadores volvieron a ejercitarse en doble sesión hace unos días, dejando “muy buenas sensaciones” al preparador físico Diego Santos.
La pretemporada actual es bastante diferente a la del año pasado. No sólo ya porque va a durar el doble (dos meses en lugar de uno), sino también porque el reto al que se enfrenta el Manzanares FS Quesos El Hidalgo es todavía mayor: ha pasado de aspirar al ascenso a Primera División a luchar por mantener la categoría en la máxima división del fútbol sala nacional.
Para empezar a luchar por cumplir el objetivo marcado, la plantilla afronta unas semanas en las que compaginará entrenamientos en doble sesión con la disputa de hasta nueve amistosos. “En esta primera semana nos hemos centrado en la prevención de lesiones”, explica el preparador físico Diego Santos. “Es verdad que muchos jugadores no están acostumbrados a este profesionalismo que exige la Primera División, así que estamos vamos adaptando la carga según sus sensaciones”.
Las ampollas y las molestias musculares han sido habituales en los primeros entrenamientos, algo lógico después de un verano de descanso. Sin embargo, las sensaciones han sido “muy positivas”. Y aunque Santos confiesa que algún jugador ha llegado “un poco pasado” (“es entendible al tratarse de chavales jóvenes”), explica que este año al tener una pretemporada más amplia “no hemos sido tan exigentes con el estado de forma en el que debían llegar”.
Tras esta primera toma de contacto, la intensidad de los entrenamientos irá aumentado progresivamente. El objetivo es llegar a la primera jornada de liga (9 de octubre) “en óptimas condiciones” para competir con el CA Osasuna Magna “y tratar de lograr la primera victoria del Manzanares FS en Primera División”.
