El ciclo de los Santos Viejos continuó en Manzanares durante el fin de semana con los últimos actos programados con motivo de las fiestas en honor a Nuestra Señora de la Paz. La hoguera de la noche del sábado estuvo pasada por agua, aunque la ciudadanía no dudó en visitar la lonja de la ermita para cumplir con la tradición. La Virgen de la Paz, además, se encontró con sus fieles y devotos en las calles de Manzanares durante la tradicional procesión del domingo por la tarde.
Frío y lluvia fueron la tónica de la noche del sábado en Manzanares, algo que podría haber dado al traste con la hoguera de las fiestas en honor a Nuestra Señora de la Paz. Pero no fue así porque los miembros de la hermandad decidieron seguir adelante con la programación prevista y los manzanareños y manzanareñas lo recompensaron no faltando a su cita en la lonja de la ermita.
Aunque con menos gente de lo habitual dadas las inclemencias meteorológicas, alrededor de la hoguera prendida a las puertas de la ermita se repitieron las escenas habituales en estas fiestas: familias y amigos reunidos alrededor de buena comida y bebida para pasar una festiva noche de convivencia vecinal. Y lo mismo sucedió en la zona del bar, de cuya plancha no pararon de salir chorizos, morcillas y salchichas recién cocinadas que saciaron el apetito de los asistentes. “Hay que ser valientes. ¡Llueve, granice o nieve tenemos que estar aquí acompañando a la Virgen de la Paz!”, comentaba una mujer mientras ponía un buen puñado de sardinas al calor de las brasas. “Si no participamos, estas tradiciones se pierden. Así que hay que venir a comerse algo, conversar y beber. ¡Porque la noche está estupenda!”, añadía otro hombre entre mordisco y mordisco de su bocadillo.
Para el postre, mucha gente apostó por la tradición: las palomas de la paz endulzaron la noche y ayudaron a combatir el frío. “Llevo una bolsa para unos familiares, una bolsa para unos amigos y otra para mí, por supuesto. ¡Porque las palomas están riquísimas!”, comentaba una vecina del barrio.
Desde la Hermandad Virgen de la Paz y Oración en el Huerto agradecieron a todas las personas que quisieron compartir con ellos la noche. “Estas fiestas había que celebrarlas obligatoriamente. Y aunque la tarde era desapacible, nos hemos arriesgado a encender la hoguera y eso ha sido determinante para animar a la gente a venir”, señalaba Carlos Calero, secretario de la hermandad, que dio las gracias al Ayuntamiento “por cedernos a última hora unas carpas para que nadie se mojara”.
El domingo, ya con una temperatura más agradable y sin lluvia de por medio, llegaron los momentos álgidos a nivel religioso de estas fiestas. Por la mañana se celebró la eucaristía a cargo de los sacerdotes de la Acción Pastoral de Manzanares y con la participación del coro de la parroquia de Altagracia, en la que también se impusieron las medallas a los nuevos hermanos y hermanas.
A las cinco de la tarde, puntual a su cita, la imagen de la Virgen de la Paz salió al encuentro de la ciudadanía por las calles de Manzanares. Acompañada por representantes del Ayuntamiento de Manzanares, autoridades religiosas, representantes de las hermandades locales y la banda de música de la AMC 'Julián Sánchez-Maroto', recorrió las calles Virgen de la Paz, General Aguilera, Pérez Galdós y Jesús del Perdón antes de regresar nuevamente a su ermita entre aplausos y 'La salve a la Virgen de la Paz'.
Festividad de la Paz 2020 en el Centro de Mayores
Una vez concluida la procesión, los concejales Isabel Díaz-Benito, Juan López de Pablo y Manuel José Palacios se desplazaron al Centro de Mayores para acompañar a sus socios y socias en su tradicional celebración de la Festividad de la Paz. Los asistentes disfrutaron de una agradable jornada de convivencia en la que no faltaron los dulces ni la música. Este año fue la agrupación musical 'Tuna de Manzanares' la encargada de deleitar con sus canciones a las personas que abarrotaron el salón principal del centro.