Pasar la mañana del domingo haciendo ejercicio y, a la vez, colaborando con una causa solidaria. Este era el objetivo de la tradicional Carrera de Navidad de Manzanares, cuya sexta edición ha congregado a más de 600 personas de todas las edades este domingo. En total han sido 900 euros los que se han recaudado con las inscripciones de la prueba, que servirán para financiar uno de los proyectos que Cruz Roja Manzanares desarrolla en la localidad.
Aunque el frío y la niebla hicieron acto de presencia durante toda la mañana, los aficionados al running de Manzanares y localidades cercanas no se perdieron su cita con la Carrera de Navidad. “Desde el Ayuntamiento hacemos una valoración muy positiva de la prueba. No ha habido ninguna incidencia destacable y la participación ha sido altísima, superando incluso nuestras previsiones”, valoró Pablo Camacho, concejal de Deportes.
Mari Carmen Ruiz-Escribano, presidenta del Club de Atletismo Manzanares, destacó el gran ambiente que se vivió en todas las calles por las que transcurrió la carrera, en especial en la Plaza de la Constitución, donde estaba ubicada la salida y la meta. “Quiero recalcar también la amplia participación de las mujeres, que ha superado el 46 %. Es un éxito porque es la cifra más alta de todas las ediciones que se han organizado”. Y precisamente una mujer fue protagonista en los instantes previos a la salida, Laura Luelmo, asesinada recientemente mientras corría. “Tenemos que poder ser libres, salir a la calle y hacer lo que nos apetezca. Y no tenemos por qué escondernos para correr”, reivindicó Ruiz-Escribano.
‘Promoción del éxito escolar’
La asamblea local de Cruz Roja en Manzanares fue la destinataria de los 900 euros recaudados en concepto de inscripción. Una cuota de 4 euros que todos los corredores, salvo los más pequeños, tuvieron que pagar y que servirán para ayudar a financiar el proyecto ‘Promoción del éxito escolar’. De él se benefician diariamente 26 menores, a los que se les presta ayuda para hacer sus deberes y se les da de merendar.
La Carrera de Navidad contó con varias pruebas dependiendo de la edad de los participantes. Los más pequeños (niños y niñas de entre 3 y 10 años) recorrieron una distancia de entre 100 y 600 metros; los jóvenes (entre 11 y 17 años) de entre 1.400 y 2.850 metros; y los adultos y veteranos (de 18 años en adelante) corrieron 5.800 metros, es decir, cuatro vueltas a un circuito con principio y final en la Plaza de la Constitución y que transcurrió por las calles Empedrada, Toledo, Virgen de la Paz y Jesús del Perdón.
El objetivo principal de esta concentración de runners era pasárselo bien, como quedó demostrado con la gran cantidad de disfraces que lucieron. Algunos de ellos fueron premiados: el mejor disfraz individual, un camarero que fue capaz de correr con la bandeja en la mano y sin derramar ni una gota de cerveza ni la tapa, ganó un queso y una caja de vino; mientras que el mejor disfraz grupal, una veintena de elfos que dieron un toque navideño y repartieron caramelos por todo el recorrido, obtuvo un lote compuesto por un jamón, una caja de vino y un queso. También hubo trofeos para los tres mejores clasificados de cada categoría. Y para premiar a los más de 600 participantes en la Carrera de Navidad, se procedió al sorteo de cinco jamones.