Tras dar a conocer en rueda de prensa la imagen renovada para su 50º aniversario, el Festival Internacional de Teatro Contemporáneo ‘Lazarillo’ conmemoró el pasado miércoles el Día Mundial del Teatro con un micro abierto. Una actividad en la que el público se convirtió en protagonista para compartir su arte.
El pasado 27 de marzo se conmemoraba el Día Mundial del Teatro, una jornada que sirve para reivindicar esta expresión artística como uno de los grandes pilares de la cultura universal. Una efeméride que Lazarillo quiso celebrar con la propuesta 'Micro Abierto con FITC Lazarillo', que se dio cita en el pub ‘La bota de oro’ en la tarde del miércoles. La actividad comenzaba con las palabras del nuevo presidente de la asociación, Carlos Ruiz, que dio lectura al manifiesto elaborado por Jon Fosse, Premio Nobel de Literatura 2023.
El dramaturgo noruego centró el mensaje de este año en el arte como lo opuesto a la guerra, como aquello que “consigue, a su manera y de forma fabulosa, reunir lo absolutamente único con lo universal” y que “trasciende las fronteras de los lenguajes y los límites geográficos”. Porque, tal y como destaca Fosse “el arte es paz”.
A continuación, era el turno del público, que fue el gran protagonista de la tarde. De manera espontánea fueron subiendo al escenario personas de todas las edades, dando rienda suelta a su arte a través de distintos formatos y temáticas, donde el tributo a la paz estuvo también muy presente. Felicia Mendoza, por ejemplo, recitó el poema ‘Bandera blanca’, de Claudia Mendoza, dedicado a las fiestas de la Virgen de la Paz de Manzanares. Hubo quien se animó a cantarle el cumpleaños feliz a una amiga, o a recitar el monólogo final de ‘El maleficio de la mariposa’ de Lorca. No faltaron tampoco escritos de creación propia. Como el de Ana, que habló de la amistad y el ‘ghosting’.
La del miércoles fue una tarde para celebrar el teatro y el arte de la única manera de la que pueden entendidos: desde la más pura y absoluta libertad. Así lo demostraron los y las valientes que se acercaron al micrófono. Y así es el FITC ‘Lazarillo’, un festival que cumple 50 años y que, sin perder su esencia, estrena imagen para representar su evolución. Porque la cultura se transforma y es motor de cambio y de ello seguirá siendo testigo Manzanares en un año que, sin duda, será muy especial para Lazarillo.
