El Museo PlomHist de Manzanares ha adquirido para su colección permanente la obra ‘Viernes Santo 1809’ del reconocido artista manzanareño Antonio Doctor Mayoralas. El cuadro, que capta el momento fundacional del perdón concedido por el General Sebastiani a la villa de Manzanares durante la Guerra de la Independencia, fue presentado en sociedad el pasado sábado.
La amplia colección del museo de historia en plomo de Manzanares, PlomHist, cuenta con una nueva adquisición que estará expuesta de manera permanente en este espacio: la obra ‘Viernes Santo 1809’, del aclamado artista pictórico manzanareño Antonio Doctor Mayoralas. Un “auténtico tesoro” que plasma un episodio crucial de la historia de Manzanares y que, en palabras del concejal de Cultura, Jesús Romero, asegura “un legado accesible” que pueda ser disfrutado por toda la ciudadanía.
Según la tradición, el 31 de marzo de 1809, ante el avance del ejército francés bajo el mando del General Sebastiani y el temor a represalias por la resistencia reciente de la villa, el párroco Álvarez Sotomayor sacó en procesión la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón al encuentro del general. Un encuentro en el que, tal y como expuso el responsable del museo PlomHist, Rafael García, “se detiene la guerra por un momento” y que culminó cuando el General Sebastiani no solo concedió el perdón a Manzanares, sino que también impuso su fajín de mando a la imagen del patrón.
Esta es la escena que, de manera “visual y personal” interpreta Antonio Doctor Mayoralas en ‘Viernes Santo 1809’. Con una trayectoria de más de 30 años y reconocido por ganar numerosos premios nacionales, el artista explicó que esta obra, pintada en óleo sobre un formato cuadrado, era una idea que vivió en su mente “desde niño”, concibiendo ese momento como “una plegaria andante” donde la fe “se alzaba como escudo”.
El pintor, que se autodefinió como “humilde narrador” de este episodio que forma parte de la memoria colectiva de Manzanares, subrayó que la obra no pretende ser una “fotografía de la historia”. Si bien afirmó haber sido riguroso con la época e investigado el contexto, como cualquier artista que se precie, se permitió “licencias” para priorizar la transmisión de emociones sobre los datos históricos.
La clave dramática de la composición reside en el núcleo central de las tres manos: la de Jesús, la del General y la del sacerdote. El proceso de creación, según aseguró Doctor, fue arduo, hasta conseguir que “cada mirada, cada gesto, cada sombra dijera algo”.
El artista, al que siguió la bendición del sacerdote Don Luis Gallego, cerró su intervención afirmando que, con la adquisición por parte del Museo PlomHist de ‘Viernes Santo 1809’, esta crónica visual y artística de la historia de Manzanares “no me pertenece a mi, es de todos vosotros”.