Manzanares retrocedió casi tres décadas para celebrar el Viernes de Dolores como era tradición: con la Santísima Virgen de los Dolores procesionando por las calles de la localidad. Lo hizo de forma extraordinaria para celebrar el 75º aniversario de la bendición de su imagen.
El azar quiso que el Viernes de Dolores de 2019 coincidiera en fecha con aquel 12 de abril de hace 75 años, cuando fue bendecida la imagen de la Santísima Virgen de los Dolores de Manzanares. Para celebrarlo, su Hermandad organizó una serie de actos que comenzaron con un triduo y besamanos los días 9, 10 y 11 de abril, y que culminaron el viernes 12 de abril con una función solemne extraordinaria de acción de gracias y un traslado extraordinario desde la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción hasta su guardapasos.
El hermano mayor de la Hermandad de la Virgen de los Dolores, Jesús Fernández-Pacheco, apuntó en la previa que, además de celebrar este aniversario, era una forma de “rememorar la antigua tradición de que nuestra titular procesione junto con sus mantillas”, algo que no se hace en Manzanares desde hace alrededor de veinticinco años. De esta forma, la imagen hizo un recorrido similar al de la época, partiendo de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y atravesando las calles Empedrada, Morago, Reyes Católicos, Jesús del Perdón y Ferrocarril antes de descansar en su guardapasos en la calle Trabajo.
La Virgen de los Dolores estuvo acompañada por miembros de las diferentes hermandades de la Semana Santa manzanareña, que portaron estandartes en representación de los siete Dolores de la Virgen. Tampoco faltaron las autoridades municipales, mujeres vistiendo mantilla y vestido negros y la banda de música ‘Julián Sánchez Maroto’. Además, durante su trayecto recibió diversos homenajes en forma de saetas de algunas manzanareñas y cánticos del coro Mansil Nahar y del coro y rondalla del Centro de Mayores.
Uno de los momentos más emocionantes del traslado extraordinario se produjo en la ermita de la Vera Cruz, cuando la Virgen de los Dolores hizo una breve parada para saludar a Nuestro Padre Jesús del Perdón, patrón de Manzanares. Destacable también fue el final del traslado extraordinario, con un montaje audiovisual que recordó la evolución de la talla durante todos estos años y con la imagen entrando en su guardapasos bajo la luz de los 75 cohetes que fueron lanzados.