Desde el 1 de julio se encuentra abierta la piscina municipal de Manzanares. Para su puesta en marcha, se elaboró un estricto protocolo de prevención del contagio de la COVID-19 que supone un esfuerzo en cuanto a medidas de limpieza, segmentación de las zonas de estancia, o que las duchas de vestuarios estén clausuradas. La confianza de los usuarios y usuarias en su primer mes de funcionamiento en este recurso municipal y su protocolo ha conseguido que más de 10.000 personas ya hayan disfrutado de un día de piscina, según ha confirmado el concejal de Deportes, Manuel José Palacios.
“El balance de este primer mes es muy positivo”, señala, “no queda otra que dar las gracias al personal del área y a la ciudadanía por disfrutar y cumplir con las normas que nos permiten tener una temporada de piscina tranquila”. El protocolo, que se revisa periódicamente por si fuera necesario hacer modificaciones que mejoren la prevención, no ha requerido de ningún cambio en todo este tiempo, “las medidas funcionan bien y los usuarios las cumplen”.
El aforo máximo establecido es de 350 personas; hasta la fecha no ha habido ningún día en el que se hayan quedado personas fuera del recinto por éste motivo, “hemos tenido días donde casi hemos llegado a ese límite, e incluso ha habido más personas pero no de manera simultánea, sino que la gente se reparte entre turnos de mañana y tarde, lo que permite que más personas disfruten de la piscina, especialmente los fines de semana”.
Medidas para el verano 2020
El aforo máximo permitido es de 350 personas, y es controlado por el personal de la piscina que también vela porque se respeten las distancia de seguridad dentro de los vasos. El tamaño máximo de los grupos, tal y como establecen las autoridades sanitarias, es de 25 personas, y podrán acceder al recinto portando mascarilla y utilizando el gel hidroalcohólico dispuesto en la instalación. Es obligatorio cambiarse el calzado que se traiga de la calle para acceder, y no hay servicio de guardarropa y enseres. El pago se recomienda con tarjeta de crédito.
Una vez dentro, los usuarios y usuarias deberán situarse en los espacios marcados como ‘zonas de estancia’, debiendo mantener la distancia entre grupos y usuarios de dos metros. El acceso a los vasos está regulado por zonas específicas de entrada y salida para evitar cruces, y hay que pasar por las duchas, que cuentan con sensor automático. Se continúan ofreciendo calles para nado, aunque éstas contarán con aforo limitado para asegurar las distancias de seguridad.
En los servicios se cuenta con limitación de aforo, y las duchas están clausuradas para evitar aglomeraciones. Tampoco hay servicio de bar.
La salida del recinto se realiza por la puerta del bar, con algunos horarios establecidos de apertura de puertas, y mediante la solicitud al personal de piscina.