La Consejería de Sanidad ha decretado la prórroga de medidas especiales nivel 2 en toda Castilla-La Mancha, a excepción de los municipios donde las medidas existentes sean de nivel 3.
En las semanas epidemiológicas 45 y 46 se declararon en Castilla-La Mancha un total de 9.997 casos de COVID-19, lo que supone una tasa de incidencia acumulada en los últimos 14 días de 491,8 casos/100.000 habitantes.
La tasa de incidencia acumulada en las semanas 45 y 46 (277,4 y 214,3 casos por 100.000 habitantes respectivamente), la incidencia acumulada en los últimos 14 días (próxima a los 491,8 casos por 100.000 habitantes), las elevadas tasas de incidencia en personas con 65 y más años de edad (incidencia acumulada en los últimos 14 días en torno a 500 casos por 100.000 habitantes), el peso relativo los mayores de 64 años de edad sobre el total de casos (18,2%), el elevado porcentaje de pruebas diagnósticas positivas (17,8%) y la situación de los indicadores de ocupación hospitalaria (especialmente la ocupación de UCI), se sitúan claramente muy por encima de los umbrales de alerta establecidos en Castilla-La Mancha.
Estos indicadores ponen de manifiesto que, aunque se ha observado una cierta mejoría en las semanas 45 y 46 respecto a las semanas 43 y 44, Castilla-La Mancha todavía se encuentra en un escenario de transmisión comunitaria, lo que exige la adopción de medidas específicas complementarias a las medidas generales aplicadas por la Consejería de Sanidad en todo el territorio regional.
Por tanto, se propone mantener en todos los municipios de la Castilla-La Mancha las medidas de Nivel II descritas en el documento general de medidas de control en municipios y zonas de Castilla-La Mancha, y mantenerlas durante un mínimo de 10 días a partir de la aprobación, prorrogables en función de la evolución de la situación epidemiológica.
Los municipios de la Castilla-La Mancha que en el momento de aprobación de esta propuesta se encuentren en un Nivel III en las medidas de control se mantendrán en este nivel hasta que no se observe una mejoría en sus indicadores epidemiológicos.
Es necesario mantener una estrecha vigilancia de los indicadores epidemiológicos, tanto a nivel regional como municipal y provincial, ante la posibilidad de que, si no se observara una mejoría sensible, hubiera que reforzar las medidas establecidas o, en el caso de que se observara alguna situación de mayor riesgo aplicar medidas específicas.