Las buenas temperaturas y la alta participación han sido las notas predominantes de las fiestas en honor a la Divina Pastora, que finalizaron este domingo con la elaboración de unas multitudinarias migas manchegas y la procesión de la Virgen.
Este año no hubo que mirar al cielo. Las fiestas en honor a la Divina Pastora gozaron de un sol espléndido desde la inauguración del pasado viernes hasta la procesión del miércoles, acto con el que se echó el cierre hasta 2020. A la agradable temperatura hubo que añadir, además, que en esta ocasión las fiestas se alargaron más en el tiempo que otros años gracias al calendario. Lo que, en resumen, propició que se viviera una de las mejores ediciones de estas fiestas de barrio. “Ha sido fantástico, hacía años que no se veían unas fiestas así. Todo lleno de gente, alta participación en las actividades lúdicas y religiosas… De verdad, ha sido apoteósico. ¡Un diez!”, declaró Rita Jiménez, presidenta de la AVCU Divina Pastora.
Las calles del barrio Divina Pastora lucieron un gran aspecto durante todos los días. Después de la intensa agenda prevista para el fin de semana, las actividades lúdicas y religiosas continuaron entre el lunes y miércoles con diversas propuestas para todas las edades. Además de la música ambiente y de la verbena popular a cargo del trío Torreblanca que amenizaron las noches en la carpa, se disputaron torneos de tute, del videojuego FIFA 19 y de petanca, así como un concurso de repostería. Fue el aperitivo antes de la tradicional hoguera en honor a la Divina Pastora, que tuvo lugar en la noche del martes.
No faltaron tampoco los típicos borreguitos, pastas elaboradas con huevo, manteca, harina y azúcar que endulzaron el paladar de las personas que se dieron cita en el barrio. “Tienen bastante éxito. El año pasado hicimos 2000 y para este año hemos encargado 2500 porque se venden bastante”, explicó Juan González-Elipe, hermano mayor de la Hermandad Ferroviaria de los Santos Arcángeles Miguel, Rafael y Divina Pastora.
La jornada del domingo comenzó con la solemne eucaristía en honor a la Divina Pastora, que contó con una ofrenda floral a la Virgen y la actuación del coro de la parroquia de Altagracia. Posteriormente, la Pastora Mayor y su corte de Pastoras de Honor disfrutaron de un paseo en calesa por las calles del barrio.
Como es tradición, el Grupo de Cocineros San Isidro de Daimiel fue el encargado de elaborar las multitudinarias migas, de las que se repartieron más de mil raciones. Por la tarde, además de la entrega de trofeo de las diversas actividades realizadas durante todas las fiestas, el broche de oro lo puso la procesión de la Divina Pastora, que hizo un recorrido por las calles del barrio acompañada por las pastoras y pastorcillos, autoridades civiles y religiosas, representantes de las hermandades locales y la banda de música de la AMC ‘Julián Sánchez Maroto’.