Hoy comienza la primera de las dos concentraciones que definirán la lista de la selección española de balonmano para los Juegos Olímpicos. Rubén Marchán es uno de los veinte Hispanos llamados por Jordi Ribera para esta primera fase de la preparación, que se inicia hoy en Pontevedra hasta el 30 de junio. El manzanareño, que ha estado entrenando duro en nuestra localidad para llegar en las mejores condiciones posibles a la concentración española, sueña con estar en Tokio este verano.
Las caras de sorpresa han sido habituales en el centro deportivo 'Get On' en las últimas semanas. Y es que no todos los días se tiene la oportunidad de compartir instalaciones con un jugador de la selección española de balonmano. Rubén Marchán aprovechó el final de la temporada para regresar a casa a pasar unos días con su familia y amigos, pero sin descuidar los entrenamientos: los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina.
El manzanareño ha combinado los periodos de descanso con jornadas de intenso trabajo con el objetivo de llegar en las mejores condiciones a Pontevedra, donde estará concentrado con los Hispanos hasta el 30 de junio para entrenar y disputar dos partidos: el aplazado contra Croacia de la EHF Euro Cup 2022 este domingo y un amistoso contra Egipto dos días después.
Una vez finalizada esta primera fase de la concentración, el seleccionador Jordi Ribera hará varios descartes para la siguiente fase. Y será en esos días cuando decidirá qué jugadores se lleva a Tokio, por lo que Marchán tendrá que ganarse un puesto en la lista que está muy caro: “Hay que ser realistas. Julen Aguinagalde ha vuelto a la selección, con lo cual la competencia es más alta. Además, al Mundial fuimos dieciséis jugadores (más dos reservas), pero a los JJ.OO. sólo van catorce, así que el seleccionador tendrá que hacer encaje de bolillos para configurar el equipo”, explica el pivote.
Pase lo que pase en los próximos días, lo que tiene claro el manzanareño es que el simple hecho de estar en la lista de candidatos para la cita olímpica ya es “un premio” para él. “Obviamente, quiero ir a Tokio, pero está complicado. Si finalmente no voy, tampoco se acaba el balonmano. Me quedan muchos años de carrera y, si no es en estos, lucharé por estar en los próximos Juegos Olímpicos”.
Rumbo a Francia
No ha sido la 2020-21 la mejor campaña de Rubén Marchán. Las especiales circunstancias derivadas de la pandemia, los continuos problemas físicos y el poco tiempo de descanso que ha tenido en los últimos meses tienen la culpa de ello. Aun así, sus actuaciones con el Abanca Ademar León le han servido para ser reconocido otro año como uno de los mejores pivotes de la temporada de la Liga Sacyr Asobal.
Estos últimos meses han sido los de la confirmación del manzanareño como un habitual de la selección española, algo que ha enganchado al balonmano a mucha gente en Manzanares y que ha ayudado a que crezca su popularidad en todo el país. “Me da un poco de vergüenza cuando me reconocen por la calle y me piden fotos, sobre todo en el pueblo porque yo sigo siendo el mismo y sigo yendo a los mismos lugares con la misma gente. Pero, por otro lado, es un orgullo ver que los niños y niñas se fijan en mí y quieran llegar adonde yo estoy ahora mismo”, admite.
No sólo en España el nombre de Rubén Marchán ha empezado a sonar con fuerza, también en el extranjero. Los grandes equipos de Europa se han fijado en el pivote para reforzar sus plantillas, aunque ha sido el HBC Nantes el que se ha hecho con sus servicios. El pasado viernes el club francés confirmó oficialmente su fichaje para las tres próximas temporadas. Marchán señala que “es un reto” porque “voy a vivir en otro país con un idioma distinto”. “Va a ser complicado, pero espero adaptarme pronto para rendir al 100%”, añade.
Su mudanza a Francia será también un nuevo salto de calidad en su carrera. No en vano, el HBC Nantes participó recientemente en la final four de la EHF Champions League, donde los cuatro mejores equipos europeos de la temporada compitieron por un título que finalmente se llevó el Barça. “Ojalá pueda seguir evolucionando como jugador en esta nueva etapa en Francia. No sólo para dejar a mi nuevo equipo lo más arriba posible, sino para terminar de consolidarme como un fijo de la selección española”, desea Rubén Marchán.